De Fronteras, carreteras y "atajos"

Vamos con la segunda etapa del viaje, o el camino interminable, o mejor, cómo viajar de 9:45 a.m a 9 p.m sin morir en el intento. De la Península nos quedaba cruzar Navarra y el País Vasco, que bien merecen una visita más detallada, al menos desde mi humilde juicio cunetero, pero kilométrico. Horas después, cruzamos la frontero por Irún, y ahí empieza cuando Limoges cada vezlo ponen más lejos, ay omá, esas estimas del TomTom. Señores lectores, Francia es muy grande. En el sentido más literal y geográfico de la palabra, y también en el más kinestésico. Atravesarla cuesta sangre, sudor, y lágrimas, pero he de reconocer que se han ganado mis respetos. Sus carreteras son maravillosas, aunque a veces te "frían" a peajes, sus estaciones de servicio, buenísimas, las áreas de descanso, aptas para llevarte a la family de picnic :) Entre parada y parada, no dejas de ver bosque, y por bosque no me refiero a las adelfas y demás amigos de los taludes y medianas que tanto conocemos, no, es un bosque de esos densos tipo cuento. Lagos, muchos y preciosos, y pueblos con mucho encanto. Prueba de cómo ponen en valor su patrimonio son los carteles que reproducen el principal atractivo de cada región o villa, por supuesto, con bellos dibujos, y conservando todos uniformidad en su diseño de Sur a Norte (rollo esteta, a tope, again). 

Navarra y sus prados amarillos

 Autovía de montaña en Euskadi

 Nieves de Euskadi

Irúny sus ovejitas rechonchas y pelonchas

 Frontera moment:

 Quick lunch en Baiona, donde empieza lo francés y lo esteta

 Campiña francesa: carreterujas I

 Esto es lo que pasa cuando te hartas de pagar peaje y meter 5

 Parecía que Limoges no llegaba nunca, pero con estas vistas, who cares?

 Y por fin, Limoges: fin de etapa

 Estación de tren de Limoges

 Desayuno del viajero

Bueno chicos, con esto me despido ya desde Bélgica, por lo que ya sabéis que la aventura tuvo final feliz, con llegada a destino. Hasta mañana, y a cuidarse,

Zaragoza II

Bueno, bueno, henos aquí de nuevo...Estos días sin actualizar han sido de mucho coche y mucho trajín, como podréis juzgar por las siguientes entradas, pero ahora os dejo con más fotos de nuestros días en Zaragoza. Son fotos de días fríos, pero también plácidos y acogedores, a excepción de los exámenes de Alfredo :)
Justo tras la finalización de éstos nos dimos un "pipeo" por Zaragoza city, el sábado por la tarde. La ciudad daba lo mejor de sí de las ciudades: mezcla de estilos, servicios, trasiego y mucho comercio. Aquí parece que "huele menos" a crisis. Dimos un paseo por la zona del Palacio de la Aljafería, actual sede de las Cortes de Aragón, con un impresionante foso alrededor de la fortificación, y luego ya pasamos a la zona más comercial del centro, buscando el famoso bar "Calamar Bravo". Hace algunos años Alfredo probó la especialidad de la casa,un bocata de calamares a lo Madrid pero con salsa picante, y lo sorprendente de todo esto es que no es el único en el que esta receta ha hecho mella :) El primitivo local, cerrado, para dar lugar a una nueva y mejorada sede en la que la cola sale del local, y eso que la mayoría son para llevar...Que pena que a uno no le de por inventar estas cosillas, en? Me imagino un pan con aroma a Metschnikowia reukaufii...jajajaj pero eso seguro que no me soluciona la vejez. Tras este paseo, visitamos a nuestro amigo Joaquín en su local de San Mateo de Gállego, rincón que os recomiendo ("el Camino") desde estas líneas. Aún más recomendable sería echarse un rato de charla con el citado Joaquín, así que ya sabéis :)

Mañana, más y mejor, como diría Wyoming :) Salud!

de Cazorla village a Mañoland

Bueno...como suele pasar, llegó el día D, hora H...y ahí que nos pusimos en camino, con el Clio dando lo mejor de sí en cuanto a almacenamiento se refiere...
Salimos de Cazorla a las 12, y enfilamos Despeñaperros, ese límite infranqueable a partir del cual se dice ya no hay tostadas de calidad :) A partir de ahí, atravesamos Castilla la Llana, o la Mancha (de aceite, llana, "espurreá"), viñedos y más viñedos...Empezamos a coquetear con los límites,ahora Madrid, ahora bienvenido a Toledo, ay omá...y nosotros buscando un Big Mac porque ya eran cerca de las 4...Hallamos uno recién abierto, dos días ha, en Valdemoro (ya se sabe, eso de entre Pinto y Valdemoro, pues ya sabemos dónde es :) ). Tras la parada logística, cambiamos de conductor y ya destino a Mañoland. Pasamos la autovía con más tramos en obras que he atravesado jamás, mientras las provincias de Guadalajara, Soria...se sucedían, en una especie de clase de Geografía de la EGB, río Jalón...y por fin...río Ebro.

Y después, sobre las 9 de la noche, llegamos a San Mateo de Gállego, donde nos esperaban el buen amigo Joaquín y familia...no se me ocurre mejor sitio donde ir a parar después de atravesar España, y este huequillo se queda corto para agradeceros. Sois unos fenómenos, total, no puede ser de otra manera cuando se juntan generaciones cordobesas con aragonesas :)
Alfredo se halla haciendo tests del IELTS, que son como la muerte a pellizcos (ver foto de cómo salió de la prueba oral ayer), pero entre examen y examen también hubo tiempo para dar una vuelta por una Zaragoza espléndida, y romana, aunque el color del cielo no le acompañara en su esplendor.

Bueno...pues ya con esto me despido hasta la próxima entrega, que será ya desde el país galo...¡gracias por estar al otro lado! Besos,

Maribel y Alfredo (sin Ebla ahora) :)