El último tercio...

...y no estamos hablando de "birras" precisamente. El domingo nos levantamos a las 6.00 am, hora española, francesa y belga, sí señor, y  tras desayunar con la cara de otro partimos prestos hacia el norte de Francia, Bruselas, Lovaina, el mundo :) y eso de prestos y bien madrugados era porque, o llegábamos antes de las 16:30 a por las llaves, o nos quedábamos a dormir en el Clio. Belgian people, always so flexible :) (see further details en la siguiente entrada: Si es Martes, esto es Bélgica).
Tras salir de Limoges tomamos una maravillosa autovía, de esas de 130 km/h, destino París. Estuvimos muuuuchos km en ella, tras lo cual nos volvieron a cobrar un maravilloso peaje. Ahora sí, llegas a París y lo flipas. Eso no es una ciudad, eso es un moustruo :) con su icónica Tour Eiffel al fondo. Mola mazo, qué más se puede decir. Tuve un pequeño "falshback" de cuando atravesé el mismo camino en 2008, en un taxi to crazy que nos llevó a mí y a mi compañero Antonio del aeropuerto de Orly a Charles de Gaulle en mitad de una marea de coches, motos, camiones...pensé que nunca se acababa París, y esta vez fue lo mismo: tardamos casi 1h. Después, destino Lille, aunque la autovía (peaje of course) se desvía antes destino Bruselas. Ahí iba yo conduciendo con los ojos de la cara, Alfredo ya había hecho más de 3 horas, con la ilusión de pasar la frontera con Bélgica...pero ya hartita me paré justo...1 km antes! jajaja Bueno pues la cosa no fue para tanto: ves un pequeño cartel con la bandera de la UE y "Belgique" abajo, y a partir de ahí, las autovías tienen un carril menos, 100 baches y, eso sí, iluminación a todo lo largo, lo cual se agradece, para sortear los baches. Ese lunes el cielo le daba un aire bastante triste a esta entrada, dejaron de verse los bosques que acompañaban a las vías francesas, y sólo de vez en cuando se divisaba algún animal, muerto eso sí, a los lados de la carretera (no digo cuneta porque no hay).
Ya estábamos ahí, y lo mejor y más divertido, ahí estaba el Clio sorteando baches en pleno Bélgica. Leuven apareció a eso de las 3:30, con edificios de la Universidad everywhere, y chicos y chicas muy bien parecidos, muy rubios y siempre en bicicletita. Llegamos a por las llaves de la residencia universitaria a tiempo (ole ahí, buena esa), y ahora vino la aventura: descarga un coche hasta la bola en una ciudad donde tooooooodas las calles son de parking limitado (para personal de la Uni, 2h, el resto, prohibido o zona azul). Al fin pudimos arreglárnoslas, y tras 2100 km de viaje, aparcar el coche para entrar en una habitación tipo Ikea, con techo de hormigón y fundas nórdicas, en la que habían colocado el baño tipo tren, o avión, de esos modulares de plástico, justo en una esquinita. A nosotros nos pareció, anyway, un castillo, de cansados que estábamos. Yo tenía una migraña de esas de día "nublao" que quitan el sentido...Menos mal que teníamos aquí a unos colegas  que nos lo han facilitado todo, todo: espacio para dejar las cosas (no tenemos piso hasta el mes que viene), conversación, información, ayuda logística, y una cenita de esas que !quitan el sentío". Desde aquí, Pablo y Fátima, os decimos, por si no os lo han dicho ya, que sois más apañaos que las pesetas. Y con esa cena, y las 10 h de sueño que nos hacían falta...terminó ese lunes...
Gazole moment:

 No es la Mancha, no...

 Tour Eiffel al fondo

 París to crazy

 Frontera con Bélgica